¿Se Cumplieron las políticas de alimentación infantil en Pinar del Río, Atlántico, en el último trimestre de 2007?

Investigación realizada, bajo la dirección del catedrático Orlando Caballero Díaz, por los estudiantes, Diana Comas, Rennier Asprilla, Claudia Henríquez, Joanes Viloria, Katyna Pugliese, Pedro Plata y Elkin Sánchez, de 9 semestre de Comunicación Social de la Universidad Autónoma del Caribe

viernes, 18 de abril de 2008

La niñez desplazada en Colombia

Una mirada al desplazamiento en Colombia y la participación de los niños ene ste flagelo

El desplazamiento forzado en Colombia, no es una situación nueva, ha crecido de manera notable y sostenida en los últimos tiempos, en función de la expansión de las actividades de los grupos armados ilegales, y de otras formas de ataques a la población civil tales como las masacres, los asesinatos de líderes, las desapariciones forzadas y la persecución de aquellos que para el momento histórico en que se esté viviendo, se consideren como peligrosos o inconvenientes, todo de acuerdo con los criterios estrechos de los poderes dominantes.

Es por ello, que en la historia colombiana, no se puede dejar pasar aquellas condiciones por las cuales ha atravesado el país con respecto a la violencia, que se agudiza diariamente por el conflicto entre los sectores armados, ha dejado secuelas en las veredas y en las cabeceras de los municipios, porque en éstas siempre ha existido un relativo número de población desplazada que han llegado a colonizar nuevos territorios, incrementando los cordones de pobreza de éstos.

Los desplazados son personas que hoy son denominadas, como los nuevos colonizadores urbanos, porque llegan a las ciudades capitales y se ubican no sólo en un espacios no aptos para vivir y establecer su vivienda familiar en las periferias, suburbios; sino que se instalan también en el centro de estas metrópolis, con sus mercancías, constituyendo la cultura del rebusque de los vendedores ambulantes, en los andenes, recorriendo la ciudad o parados en los semáforos para proveerse del dinero necesario para satisfacer sus necesidades básicas diarias, porque no les alcanza para que ellos mismos generen lo suficiente para vivir en condiciones dignas con su propia familia, pero si generando la cultura de venta o empleo informal y la miseria en las ciudades.

El desplazamiento forzado es hoy un fenómeno trágico que ha ido creciendo inadvertidamente, gracias no sólo a una, sino a varias circunstancias, como la falta de presencia del Estado, es por ello que instituciones como la iglesia católica hicieron público este flagelo, dando a conocer el trauma que subyace en cada individuo a raíz del desarraigo, para lo cual convocaron a las primeras discusiones no académicas, sobre el tema y propiciaron que éstas se incluyeran en las agendas de los gobiernos y en las asociaciones no gubernamentales del país y del exterior que se ocupaban de los derechos humanos.

Todos estos esfuerzos advirtieron el fenómeno del desplazamiento, pero no fueron suficientes, porque para que el desplazamiento forzado se hiciera totalmente visible, fue necesario que éste se hiciera latente ya no solamente en los pequeños asentamientos rurales, sino también - y como se dijo anteriormente - en altas proporciones en las llamadas grandes ciudades, para que los gobernantes lo situaran como un tema especifico y dejaran de tomar como una simple parte, del conjunto de violaciones de los derechos humanos y del derecho internacional humanitario. [1]

El desplazamiento es en Colombia un fenómeno marcado por el conflicto armado interno, y teniendo en cuenta las características especiales que este presenta, junto con su movimiento migratorio, hacen que desafortunadamente las experiencias en la protección de las garantías fundamentales de la población desplazada y el tratamiento del fenómeno del desplazamiento forzado en otros escenarios geográficos no sean aplicables a la realidad del contexto nacional debido a esa excesiva continuidad y complejidad, que lo hace un fenómeno único que requiere entonces, una solución propia.

En Colombia, desde 1999 hasta el 2005, 2.165.873 de personas se habían desplazado de sus lugares de origen por causa del conflicto armado en el campo. De esa cifra, más del 40% son niños, es decir, más de 850.000 infantes aproximadamente se encuentran en situación de desplazamiento en Colombia, cifra que no solo preocupa, sino que asciende cada día. [2]


Porcentaje de población desplazada en Colombia según la edad

Más de 18 años
45%
Menores de 5 años
13%
Entre 5 y 10 años
20%
Entre 11 y 14 años
13%
Entre 15 y 18 años
9%
Fuente: CODHES

Las formas de desplazamiento en Colombia hasta el año 2000 registraba que el desplazamiento unifamiliar encabezaba la lista con un 42%, le seguía la forma de desplazamiento colectiva dispersa con 36%, los éxodos organizados con el 12%, y el desplazamiento individual con el 10%.

Los motivos del desplazamiento hasta el año 2000 lo encabezaba las intimidaciones y amenazas contra la población civil con un 42%, la segunda causa que pesa en los factores determinantes del fenómeno de desplazamiento es el miedo con el 20%, los homicidios intencionales de personas protegidas y/o las ejecuciones extrajudiciales, las masacres y el desarrollo de las acciones bélicas mantuvieron estable su tendencia en la participación en los motivos del desplazamiento; estos motivos tuvieron una participación porcentual del 10%, 11% y 8% respectivamente.
Las iniciativas oficiales de los últimos seis años que incluyen una ley y tres documentos del Consejo Nacional de Política Económica y Social, entre otras disposiciones, no han incidido positivamente en la población menor desplazada que sigue creciendo sin que se garantice el pleno ejercicio de sus derechos fundamentales.

Desde luego que la crítica situación que plantea la continuidad de la guerra interna hace más difícil la solución definitiva de este drama humano y menos visibles algunos esfuerzos que adelantan en este sentido algunas instituciones públicas. Sin embargo, la dimensión que alcanza esta crisis humanitaria exige del gobierno acciones que trasciendan el tratamiento de emergencia e iniciativas de recuperación física, social y psicológica de los centenares de miles de menores de edad sometidos hoy a la condición de desplazados en el marco de una guerra que no es de ellos pero que están perdiendo.[3]

[1] Conclusiones publicadas en el informe del tercer trimestre sobre desplazamiento forzado, derechos humanos y conflicto armado en Colombia. Neiva 26 Octubre 2005. Desplazados, hay derecho. CODHES.
[2] Reporte del Boletín de la Consultoría para los Derechos Humanos y el Desplazamiento CODHES. Número 38, Bogotá, Colombia, 24 de noviembre de 2001. DESPLAZADOS: ROSTROS ANÓNIMOS DE LA GUERRA
[3] Esta fue la conclusión a la que se llegó en el boletín de la Consultoría para los Derechos Humanos y el Desplazamiento en el número 27 Bogotá, Colombia 26 de enero-2000. Desplazamiento forzado y derechos de la infancia, esta guerra no es nuestra y la estamos perdiendo

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